Un inevitable desenlace

Barça 4-1 Atlético

Un Barça dominador tira de su mayor efectividad para tumbar a un Atlético que hizo 35 minutos muy serios. Falcao marcó. Messi doblete.


Pasó lo que tenía que pasar en el Camp Nou, lo que le pasa prácticamente a cualquier equipo del mundo que visita ese campo. Lo que era inevitable es lo que es inviable para cualquier equipo del mundo, quitarle el balón al Barcelona. No iba a ser menos un equipo sin el presupuesto de los grandes. Y con esas Salió el Atleti al Camp Nou, y fue capaz en 35 minutos de anular cualquier ofensiva blaugrana, adelantarse 0-1 en el marcador e incluso que la renta fuese escasa tras un palo y un uno contra uno que marró Falcao. Por cierto el 0-1 fue del Tigre.

El encuentro transcurría por la única vía de todas las existentes que tiene como destino la victoria. Ese camino a la gloria esta acechado por ataques inevitables de los locales, cuyo potencial ofensivo e iniciativa en el juego concluyen siempre en numerosas llegadas que el desacierto, el cancerbero visitante y la suerte pueden desbaratar.

Dos escasas ocasiones, entre un obús desde fuera del área de los que entran uno de cada veinte fueron suficientes para poner el 2-1. Ni el desacierto ni la suerte comparecieron, pero no dependen de ti. De lo que te toca que es la portería mejor obviamos los comentarios. No recuerdo aún un encuentro en el que Courtois salvase a los rojiblancos, algo que reitero desde la primera jornada de liga y ya llevamos 16.

El segundo periodo ya con el Atlético muy tocado por el bagaje del primer tiempo transcurrió sin pena ni gloria. Continuó el dominio del Barça y la incomparecencia de Courtois. Un balón cortado por Pérez Lasa (si el trencilla) fue el prolegómeno del tercero. Golazo de Messi desde fuera del área ante el que el meta belga no puedo hacer nada (una vez más).

Aún tuvo tiempo Messi de aprovechar otro ‘accidente’ esta vez por un error de Godín que le regala el cuarto al argentino. Aún quedaba Courtois como última barrera para el doblete del astro, pero que todas las barreras en esta vida sean como esa.

Ganaron los de Vilanova, con solvencia y siendo mejores, pero no olvidemos que siempre lo son, no ante el Atlético si no ante todos. No seré yo quien le quite mérito al Barça, que aún cuando su inoperancia ofensiva afloraba por el Camp Nou era el que tenía el dominio aunque los rojiblancos las ocasiones. El potencial de la plantilla es descomunal y el juego un filosofía que enamora a muchos que no a todos, desde hace más de un lustro. Es un estilo que te castiga, que te somete, que te obliga a perseguir sombras con la idea preconcebida de que salvo milagro, morderás el polvo. Me gustó el Atleti 35 minutos y quizá si la suerte hubiese acompañado y el Barça no hubiese ejercido esa efectividad que no siempre tiene, podría haber llegado ese milagro de puntuar ante un equipo infinatamente superior en jugadores y presupuesto, pero la suerte o la lucidez del Barça de cara a gol (porque el juego siempre lo ponen los culés) lo evitaron.

Jorge  Paz