Derrota dolorosa. Imagen decepcionante.

España 0-1 Japón
Mal partido del combinado español. Japón muy superior durante todo el partido pudo golear. La expulsión de Íñigo Martínez en el 41' anecdótica.

Mal comienzo de los pupilos de Luis Milla en los juegos olímpicos. España fue inferior durante los noventa minutos a una selección japonesa que presentó batalla con las únicas armas con las que dañar a un equipo técnicamente superior, orden táctico y despliegue físico.

Otsu en el minuto 34 adelantaba a la selección nipona tras la enésima duda defensiva de Domínguez e Íñigo Martínez. Hay entrenadores que sustentan que la presencia de un central zurdo favorece la salida de balón y el equilibrio defensivo, estoy de acuerdo, pero dos zocatos en el eje de la defensa personalmente me causan pavor y que me perdonen los zurdos, pero normalmente suelen ser cerrados y el que ocupa el flanco derecho es un hombre menos, tanto defensiva como ofensivamente. La expulsión de Iñigo Martínez en el 41 no cambió el guión, quizá fue el impulso que necesitaba España para volcarse sin profundidad ni acierto y por otro lado para suicidarse defensivamente generando numerosos huecos que pudieron generar una goleada de escándalo de Japón.

Muchos se agarran al 0-1 de la absoluta con Suiza en el debut del mundial que ganamos en Sudáfrica como esperanza medallista. Nos lo tomaremos como una anécdota supersticiosa. La diferencia entre ambos encuentros es palpable y las distancia entre unos y otros, abismal. La competición ya no ofrece margen de error.

Jorge Paz