Duelo ibérico en la primera semifinal

España y Portugal vuelven a cruzarse camino de la gloria de un torneo continental. Los precedentes más recientes en partido oficial, reflejan una igualdad máxima entre ambas selecciones en la que el balance queda en tablas. Victoria por la mínima (1-0) para los lusos en la Eurocopa de 2004 e idéntico resultado para los españoles en el último mundial disputado en 2010 en Sudáfrica. En esta ocasión el duelo es más determinante que los anteriores, el billete no es con escala, es un vuelo directo a la gran final en el estadio Olímpico de Kiev.

El envite se presenta emocionante por los participes y la recompensa en juego, pero el espectáculo futbolístico está entredicho por lo ofrecido hasta ahora por ambos. Los de Paulo Bento se encuentran cómodos sin el balón, crear juego es casi un problema para su maquinaria y no pondrán reparos en que la pelota sea española. Los de Del Bosque siguen a lo suyo, a su estilo, son eficientes, autoritarios, dominantes, pero exentos de pegada y profundidad.

Todos los indicadores se decantan por un monólogo de España imponiendo su juego de toque, frente a un equipo portugués esperando agazapado a la contra con la mordiente de un depredador. Bento repetirá equipo una vez más, con Nani y Cristiano como mayores argumentos ofensivos. Del Bosque salvo giro inesperado en sus planteamientos, volverá a apostar los once de Francia con la única duda de Torres en detrimento de Fábregas.

Partido en la cumbre. Duelo ibérico para dilucidar el primer finalista de la Eurocopa 2012. Hagan sus apuestas.

Los elegidos

Cristiano. Clave en el pase a cuartos y a semifinales con tres goles en dos partidos. Es el principal peligro portugués y su ambición no conoce límite.

Silva. El canario está rayando a un gran nivel pero su gasolina dura 60 minutos. Si Coentrao se prodiga en ataque, el uno contra uno frente a un central lento como Bruno Alves puede romper el partido a favor de España.

Jorge Paz